La mayoría de las cosas simples que hacemos cada día, salir de la cama, meternos en la ducha, alinear los botones de una camisa, recoger una cucharada de cereal y llevárnoslo a la boca, nunca lo pensamos dos veces. Para algunos adultos mayores, sin embargo, se convierten en un verdadero desafío. Los médicos, cuidadores y compañías de seguros usan el término Actividades de la Vida Diaria, o ADLs, para describir las tareas diarias que la gente necesita hacer para cuidarse a sí misma. El grado de dificultad de una persona con ADL, basado en una evaluación de ADL, puede dictar si es capaz de vivir independientemente, y también para qué servicios puede calificar. Una disminución en la capacidad de manejar las ADL no sólo puede causar frustración y una sensación de impotencia, sino también poner en riesgo la salud y la seguridad de una persona. Si está familiarizado con el acrónimo ADL, es posible que haya encontrado uno similar, IADL. Significa Actividades Instrumentales de la Vida Diaria. Se trata de actividades más avanzadas y a menudo basadas en el conocimiento, como la gestión de las finanzas, las tareas domésticas, la toma de medicamentos y la cocina. La mayoría de las personas comienzan a vacilar en estas áreas antes de llegar al punto en que no pueden manejar las ADL. A menudo pueden seguir viviendo por su cuenta siempre y cuando cuenten con ayuda regular para pagar las cuentas, mantener la nevera llena de comida, etc.
La pérdida de habilidades ADL, sin embargo, generalmente requiere un nivel más profundo de intervención.
Esta puede ser una verdad difícil de afrontar: Después de todo, lo más probable es que su ser querido sea uno de sus padres o abuelos u otro miembro amado de su familia que hasta ahora ha sido una fuente de fortaleza para usted. Pero con el nivel adecuado de servicios de atención, muchas personas pueden seguir viviendo en casa de forma cómoda y segura. ¿Cómo saber si una persona mayor ha alcanzado ese nivel de necesidad? Existen muchos índices y modelos diferentes para evaluar si alguien ya no es capaz de manejar las ADL. La mayoría de ellos agrupan las ADL en seis categorías:
- Bañarse. La persona necesita ayuda para limpiar más de una parte del cuerpo (no sólo áreas de difícil acceso, no puede entrar o salir de la tina o ducha, y/o necesita ayuda con todo el proceso de baño.
- Vestirse. La persona no puede sacar la ropa de los armarios o cajones o manejar botones, cremalleras u otros cierres, y/o necesita ayuda parcial o total para vestirse.
- Ir al baño. La persona no puede entrar o salir del inodoro sin ayuda, no puede limpiarse por sí misma y es posible que tenga que depender de un orinal.
- Transferencia. La persona necesita ayuda para moverse de una cama a una silla o silla de ruedas o para levantarse de una silla.
- Continencia. La persona tiene pérdida parcial o total del control de su vejiga y/o intestinos.
- Alimentación. La persona no puede llevar la comida del plato a la boca y debe ser alimentada con una cuchara.
Si su ser querido está teniendo dificultades con las ADL, hable con su médico.