Cuando pensamos en los factores de riesgo para la demencia, la edad es el más alto de ellos. Mientras que algunas habilidades cognitivas se estabilizan a lo largo de la vida, como nuestro conocimiento semántico, la memoria y la capacidad de absorber información se ven más comprometidas. Aunque el olvido es un problema difícil de revertir, algunas tareas pueden ayudar a «rejuvenecer» la memoria, como hacer ejercicios físicos. Si bien el estrés, la inflamación, los medicamentos y el envejecimiento afectan el funcionamiento de las neuronas, el ejercicio, el aprendizaje y el enriquecimiento ambiental son muy positivos, dijo Tânia Araújo Viel, coordinadora del Grupo de Investigación en Neurofarmacología del Envejecimiento de la Universidad de São Paulo, durante el Congreso de Cerebros en Gramado, Rio Grande do Sul. Para probar la relación entre cognición y estimulación física, el especialista realizó un estudio con ratones y demostró que cuanto antes se estimulan las neuronas, mejor. Las ratas jóvenes fueron seguidas a lo largo de sus vidas y los animales viejos también fueron sometidos a pruebas. La mitad de los animales se quedaron en una caja sin estímulos físicos ni cognitivos y la otra mitad en un lugar lleno de juguetes. Después de las pruebas, Viel y su equipo se dieron cuenta de que los ratones que fueron estimulados desde una edad temprana en realidad tenían una mayor funcionalidad de las neuronas. Sin embargo, los ratones más viejos que fueron estimulados al final de sus vidas también mejoraron la memoria. Tanto el entorno físico rico como el cognitivo aumentan la neuroplasticidad. Lo ideal es combinar la cognición con un ambiente estimulante.
Entrenamiento aeróbico y de fuerza
Según Camila Torriani, especialista en fisioterapia neurológica de la UNIFESP, el entrenamiento aeróbico mejora la velocidad de la marcha y las funciones cognitivas en pacientes que han sufrido un accidente cerebrovascular, por ejemplo, pero este tipo de ejercicio no es el único que aporta beneficios. Caminar y montar en bicicleta son excelentes, pero el entrenamiento de fuerza también mejora estos aspectos, dijo. Según el especialista, lo más importante es cómo estos individuos hacen los movimientos, es decir, la calidad hace la diferencia y estos entrenamientos deben ser supervisados. Los ejercicios físicos deben ser prescritos porque modifican el funcionamiento del sistema nervioso central e influyen en la cognición de estos pacientes. Los beneficios se ven horas, días, meses después de la práctica.