Bajarse del sofá adelgaza, aumenta su vida, previene enfermedades. Pero ¿sabía usted que el ejercicio también mejora la salud de su cerebro y puede prevenir enfermedades como el Alzheimer? Investigadores de la Universidad de Western Sydney, Australia, y de la Universidad de Manchester, Reino Unido, examinaron los efectos de la actividad física en el hipocampo, la región cerebral responsable de la memoria. La salud cerebral disminuye con la edad y, sorprendentemente, el envejecimiento también hace que el órgano se encoja, alrededor del 5 por ciento por década después de los 40 años. Por esta razón, los científicos han examinado el cerebro de 737 personas antes y después de practicar ejercicios aeróbicos (correr, nadar, montar en bicicleta, bailar). Los participantes incluyeron adultos sanos, personas con deterioro cognitivo leve (como el Alzheimer) y con un diagnóstico clínico de enfermedad mental, incluyendo depresión y esquizofrenia. Las edades oscilaban entre los 24 y los 76 años, con una media de 66 años. La actividad física puede reducir el daño cerebral futuro. Los resultados, publicados en la revista NeuroImage, mostraron que, aunque el ejercicio no tuvo ningún efecto sobre el volumen total del hipocampo, mejoró significativamente el tamaño de la región izquierda de esta parte del cerebro. Cuando se hace ejercicio, se produce una sustancia química llamada factor neurotrófico derivado del cerebro (BDNF, por sus siglas en inglés), que puede ayudar a prevenir el deterioro cerebral, señaló Joseph Firth, autor del estudio. Nuestro estudio demostró que en lugar de aumentar el tamaño del hipocampo, el principal beneficio del ejercicio para el cerebro es disminuir el deterioro de su tamaño. En otras palabras, el ejercicio puede ser visto como un programa de mantenimiento del cerebro. Según Firth, los resultados son importantes para la prevención de trastornos degenerativos como el Alzheimer y la demencia.
