La temporada navideña se supone que es un tiempo de celebración con la familia y los amigos. Pero para muchas personas mayores que tienen menos movilidad que antes, que viven solas o cuyos círculos sociales se han reducido, puede ser un período difícil. Hágalo más brillante pensando en el futuro y poniendo en marcha planes para añadir más alegría a esas semanas difíciles y prevenir un caso de tristeza navideña. Aquí hay seis maneras de hacer precisamente eso.
Manténgase conectado.
Incluso si su familia está ausente debido a la distancia o la muerte, usted no necesita pasar las fiestas solo. Programe llamadas telefónicas o videollamadas con sus seres queridos, ya sean parientes o viejos amigos. Póngase en contacto con el centro para personas mayores de su localidad para ver si hay actividades planificadas a las que pueda unirse. Pídale a un amigo o vecino que se ofrezca como voluntario en un comedor público o en un refugio para personas sin hogar, o que se ofrezca como voluntario en su lugar de culto si tiene uno. Dar a otros y poner una sonrisa en sus rostros puede hacer maravillas para sus espíritus. Si no puedes salir, invita a algunos amigos o vecinos para que te visiten con chocolate caliente y galletas.
Cuenta tus bendiciones.
Hacer una lista de cosas por las que estás agradecido puede ayudarte a cambiar tu enfoque de pensamientos tristes o negativos a pensamientos más felices y positivos, según el psiquiatra Daniel Amen, M.D., autor de Feel Better Fast and Make It Last. Para los adultos mayores, la práctica de la gratitud ha demostrado que disminuye la ansiedad y la depresión y aumenta la satisfacción y la felicidad en la vida. Para desarrollar una práctica diaria, el Dr. Amen sugiere que escriba tres cosas, grandes o pequeñas, por las que está agradecido cada día. A la hora de acostarse, anote todas las cosas que se le ocurran que salieron bien ese día. Involucrarse en estas prácticas puede ayudarle a ver el lado positivo y sentirse mejor.
Mantener hábitos saludables.
La sobreindulgencia es una trampa común durante las fiestas, ya sea que se trate de comer demasiado, beber demasiado o gastar demasiado. Trate de seguir una dieta saludable, obteniendo muchas frutas, verduras y proteínas, y manteniendo los dulces y las golosinas grasosas para los que son absolutamente imprescindibles. Tenga en cuenta, también, que el alcohol no disminuirá ningún dolor y puede deprimir su estado de ánimo. Además, asegúrese de dormir bien. Las investigaciones sugieren que las personas están menos inclinadas a ser sociables y pueden sentirse más solas cuando se ven privadas de sueño.
Estar activo.
El ejercicio es un gran antídoto para la ansiedad y la depresión. Si puede, salga a dar un paseo diario. Si su salud o el clima lo hacen imposible, intente algunos ejercicios caseros fáciles como caminar en el lugar. O, si está a la altura, pídale a un amigo o a su cuidador, si tiene uno, que lo acompañe al centro comercial local a dar un paseo. Usted podrá disfrutar de las decoraciones navideñas y hacer un poco de escaparate o compras reales, también.
Dejar que el sol brille.
En esta época del año, la luz del día es escasa, lo que puede agravar los sentimientos sombríos de una persona, incluso si no se le ha diagnosticado un trastorno afectivo estacional (TAE), la melancolía que suele aparecer en invierno. Para ayudar a evitar los estados de ánimo bajos, trate de sentarse en una ventana soleada todas las mañanas y periódicamente durante todo el día. También puede hablar con su médico sobre el uso de una caja de luz especial, también conocida como lámpara de sol.
Encuentra tu propia manera de honrar a tus seres queridos.
Los días festivos a menudo traen a la mente a aquellos que ya no están con nosotros. Trate de no detenerse en su tristeza, sino honrar su memoria poniendo un lugar en la mesa para ellos, donando dinero en su nombre a una causa que ellos apreciaban, encendiendo una vela en la iglesia para ellos o continuando una tradición compartida. Esta es la época del año para dar gracias y ser amable y amoroso con los demás. Asegúrese de expresar su gratitud por todo lo que tiene, y trátese a usted mismo con amabilidad también.