Como cuidador familiar de sus padres mayores, un elemento principal de su plan de cuidado va a ser ayudar a supervisar sus necesidades médicas. Esto significa no sólo proveer transporte de ida y vuelta a sus citas con varios doctores, sino también ser una parte activa y de apoyo para asegurarse de que entienden sus necesidades médicas, tratamientos y pautas de estilo de vida. Para hacer esto con éxito, usted debe formar una relación con los médicos de sus padres que envejecen. La elaboración de un plan de atención para personas mayores es una parte importante de la creación de una rutina de atención que sea eficaz y personalizada para las necesidades de sus padres. Incluir a sus médicos en este equipo de atención le permite confiar en ellos y sentirse más seguro de su capacidad para ayudar a sus seres queridos a satisfacer sus necesidades médicas a lo largo de sus últimos años. Sin embargo, al igual que con tus propios médicos, no puedes esperar tener inmediatamente una relación de confianza y comodidad con el médico de tus padres. Construir este tipo de relación toma tiempo y esfuerzo, pero es importante para asegurar el mayor beneficio de sus interacciones con ellos. Utilice estos consejos para ayudarle a construir una relación de confianza con los médicos de sus padres mayores:
Preséntese.
El comienzo de cualquier relación es presentarse a sí mismo. En lugar de hacer preguntas de inmediato, o sentarse en silencio a tomar notas, tómese un momento para presentarse ante el médico y explicarle su papel en el cuidado de sus padres. Esto no sólo comienza a construir la relación en su lado, sino que también pone al médico a gusto y lo hace más dispuesto a hablar con usted.
Exprese sus preocupaciones.
No dude en expresar sus preocupaciones y sus emociones con respecto a las dificultades que enfrentan sus padres. Este no es el momento de ser demasiado emocional o de confiar en el médico, pero expresar lo que le preocupa y dar contexto emocional a estas preocupaciones puede ayudar al médico a entender los síntomas nuevos y que empeoran y a idear un curso de tratamiento personalizado.
Ser amigable.
Puede parecer obvio, pero si quieres ganarte la confianza de los médicos de tus padres, tienes que ser amable. Visitar al médico puede ser extremadamente estresante, pero asegúrese de tomarse el tiempo para saludar al médico, mantener un tono agradable cuando hable con él y luego dar una despedida amistosa. Ser amigable los relaja a ambos para que estén más dispuestos a intercambiar información y a abrirse el uno al otro.
Preguntar.
Puede parecer que tus padres son las únicas personas en el mundo que están lidiando con sus problemas particulares, pero la realidad es que sus médicos probablemente ven a personas con los mismos problemas varias veces a la semana. Esto significa que están acostumbrados a dar la misma información, responder las mismas preguntas y ofrecer la misma orientación. Si quiere sentirse más seguro en el médico y confiar más en su cuidado, haga preguntas. Dale al doctor la oportunidad de pensar fuera de la caja y dale a tus padres un enfoque más personalizado.