La soledad es uno de los mayores temores y problemas de la vejez.

Envejeces, dejas de trabajar, algunas caídas te dan miedo salir de casa, la familia se aleja y te encuentras solo y aislado del mundo. Esta es la realidad de muchas personas mayores en el mundo. Recientemente, el Reino Unido creó el Ministerio de la Soledad para abordar el problema en el país. En Japón, las mujeres mayores van a la cárcel a propósito por sentirse solas o invisibles en casa. Y los problemas no están tan lejos de nosotros.

A partir de 2050, la población brasileña mayor de 60 años será el doble de niños y adolescentes menores de 14 años, según el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE). Sin embargo, aunque el país está envejeciendo, las personas mayores se sienten cada vez más solas. Según una encuesta realizada en 2017 por la Sociedad Brasileña de Geriatría y Gerontología, la soledad es el mayor temor de los brasileños en la vejez. Según Salma Rose Imanari Ribeiz, psiquiatra y psicogeriatra, doctora en Ciencias de la Salud de la Facultad de Medicina de la USP, la culpa puede estar en los cambios en la configuración de las familias. En el pasado, los hogares estaban habitados por varias generaciones: abuelos, hijos y nietos. Y siempre había compañía para los viejitos en casa. Actualmente, en las grandes ciudades, es común que los adultos mayores vivan solos e incluso cuando viven en la misma residencia, sus hijos y nietos pasan la mayor parte de su tiempo fuera de casa, estudiando o trabajando.

La soledad puede causar graves efectos en la salud

Además de elevar el nivel de las hormonas del estrés y la inflamación, la exclusión puede aumentar el riesgo de enfermedades cardíacas, artritis, diabetes tipo 2, demencia y depresión. Por lo tanto, es importante saber cómo superar el aislamiento en la vejez. El problema es que las causas de este aislamiento son múltiples y van desde un dolor al caminar hasta problemas de comunicación, como la sordera. El punto es que las personas están envejeciendo sin calidad de vida, dice Paulo Camiz, geriatra del Hospital das Clínicas de São Paulo.

Envejecer con calidad de vida es esencial

Una encuesta realizada por el Instituto Qualibest en 2017 mostró que, a pesar de no realizar actividades físicas ni mantener una dieta saludable, los brasileños quieren envejecer con salud y tienen la intención de vivir hasta los 85 años. Las opciones son bastante contradictorias. Una vez más, el miedo a la soledad fue mencionado por el 45% de los participantes. A pesar del miedo, la gente no se mueve para envejecer mejor. Es necesario empezar a prevenirse desde temprana edad, advierte Camiz. Pero ¿cómo? Maria Thereza Leme, o Tiê, como ella prefiere que la llamen, tiene 82 años y es un ejemplo de cómo llegar a la tercera edad con una mente activa. Ha aprendido a usar Internet y su smartphone con su familia, y desde entonces ha utilizado las redes sociales para comunicarse con sus hijos (No veo mucho, pero siempre estoy en contacto) e incluso para tomar cursos. Hago un curso de filosofía sobre Skype, uso Instagram con frecuencia y WhatsApp, donde me comunico con todo el mundo. La televisión es lo último que uso, dice. Tiê mantiene la mente activa con cursos en línea y bordados. Tiê también enseña francés en casa y hace bordados con su cuidadora, que vive con ella desde 2014. Por la tarde, todavía se dedica a todo tipo de recetas: Los niños vienen a recogerlo cuando yo lo hago, dice. La jubilada es una de los millones de adultos mayores que viven en la nueva fórmula familiar, explicó Ribeiz, pero Tiê dice que entiende que la familia tiene que trabajar y ocuparse de sus respectivas tareas: Respeto que cada uno tenga su propia vida. El domingo no hay obligación de comer juntos, por ejemplo. Mada es gratis. Así que tampoco puedo dejar de hacer mis cosas. Según los expertos, la familia puede ayudar a las personas mayores a adaptarse a los cambios que trae la vida y a encontrar nuevos papeles que desempeñar. Sentirse útil y poder ayudar a los demás puede ser el antídoto que devuelve la autoestima y la seguridad que la soledad ha aplacado. En el caso de Tiê, ocupar la mente es la clave para mantenerse vivo. Mi cabeza es súper joven. No puedo creer que tenga 82 años. El negocio es vivir sin contar y prestar atención a lo que sucede a tu alrededor.

Cómo evitar la soledad en la vejez

Algunos hábitos ayudan a prevenir y tratar el problema. Vea lo que sugieren los expertos consultados por el informe:

1) Mantenerse físicamente activo

El ejercicio tiene numerosos beneficios para la salud mental y física. Por lo tanto, es importante realizar actividad física (aeróbica, preferiblemente tres veces por semana o más). Existen estudios con la población de edad avanzada en los que la realización de actividad física redujo la posibilidad de que los adultos mayores desarrollen depresión. Y no hay necesidad de ejercicios muy elaborados: incluir caminatas en la rutina ya puede ser muy bueno para la salud física y mental. Formar parte de un grupo que practica ejercicios es una buena alternativa.

2) Permanecer intelectualmente activo

La soledad tiene una relación con el Alzheimer. Un estudio publicado en 2017 en la revista International Journal of Geriatric Psychiatry mostró que la soledad estaba relacionada con el empeoramiento de la función cognitiva durante un período de 12 años. Para mantener activo el cerebro y evitar este declive cognitivo, es importante aprender nuevas actividades. ¿Qué tal aprender a tocar un instrumento musical, un nuevo idioma, costura, un tipo de artesanía, fotografía, o incluso aprender a navegar por Internet?

3) Meditar

Es importante destacar que no se trata de una actividad religiosa, sino de una práctica basada en la ciencia. Muchos estudios han demostrado que la práctica regular de la meditación puede alterar las estructuras del cerebro. Es una herramienta valiosa que puede ayudar al individuo a aprender a lidiar con la vida tal como es, aportando más calidad de vida, resiliencia y bienestar.

4) Expanda su red social

Tener amigos estimula a los viejitos a salir de casa y a mantener la mente activa, no sólo contando con la presencia de la familia. Tomar cursos, ser voluntario e incluso organizar reuniones semanales o quincenales con amigos y asistir a grupos de personas de la tercera edad ayudan.

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