¿Te gustaría vivir 100 años? Según Pedro Calabrez, profesor e investigador de neurociencias de la Unifesp (Universidad Federal de São Paulo), la respuesta que siempre escucha a esta pregunta es: Depende de mi calidad mental hasta entonces. Si mi memoria y la toma de decisiones son iguales, sí. En una conferencia durante el 12º Foro de Longevidad, realizado en São Paulo, Calabrez comentó sobre la importancia de una mente activa para una longevidad saludable. Y no piense que la caza de palabras o el sudoku le ayudarán a mantenerse alejado del Alzheimer, bromeó. El mayor enemigo del cerebro activo es la acomodación. Y para mantener el cerebro funcional, necesitas aprender cosas nuevas. El crucigrama es genial al principio, pero después de que aprendas y te adaptes, debes concentrarte en aprender algo nuevo. Según él, además del aprendizaje constante, hay tres elementos básicos esenciales para una mente sana:
- Actividad física regular, porque el cuerpo y el cerebro se complementan entre sí
- Alimentos saludables, especialmente la famosa dieta mediterránea, concentrada en verduras, carne blanca y grasas saludables
- Dormir, porque dormir demasiado poco o demasiado mata. El sueño es un proceso de regulación corporal muy importante.
El imediatismo es el mayor enemigo de la mente sana
En 30 años, la mayor prevalencia de Alzheimer en el mundo se dará en América Latina. Y dentro de esta parte del continente, Brasil. Nuestro país está envejeciendo mal. Los brasileños son sedentarios y comen mal, con poca fibra y vegetales y comen mucha carne roja, dijo Calabrez. El investigador sigue alertando sobre el hecho de que el brasileño no se mantiene intelectualmente activo. Y el culpable de este comportamiento es precisamente la inmediatez. Queremos todo por ahora, desde comida rápida hasta fórmulas ya preparadas de abdominoplastia y felicidad instantánea. Esto se refleja en una realidad que quiere respuestas rápidas y sencillas a preguntas complejas. Según él, nunca ha habido tanto conocimiento sobre la alimentación saludable y la actividad física regular. Pero lo que hemos aprendido sólo tiene alguna función cuando cambia la forma en que te comportas y actúas. Lo ideal es evitar la pereza para aprender cosas nuevas y desafiar al cerebro diariamente, gastando energía. Calabrez concluye: Al final del día, somos insignificantes, pasajeros, pero somos especiales por la habilidad del ser humano para adquirir conocimiento. Sólo somos mejores que los animales, porque nos mantenemos activos. Aprende y continúa aprendiendo, no estés sujeto a la inmediatez. El alojamiento es la muerte.